Pendejadas y tequila
Pendejadas y Tequila!!

12.12.2005

Guanajuato

Sí, el tequila, tomado en grandes cantidades también da resaca (o cruda, que para eso estamos en México). Bien prontito por la mañana abandonamos Querétaro el Ninja, David, Alvaro y nuestras crudas rumbo a Guanajuato.

Guanajuato es otras de las ciudades que demuestran que la cabezonería del ser humano no tiene límites. No es que esté situada en un valle sino que está entre dos montañas, con lo que han tenido que hacer túneles en toda la ciudad. Eso le añade cierto morbo a la ciudad porque cuando tu te metes en un túnel sabes que vas a salir pero no dónde ni cuando, asi que nos permitió dar un paseo por la ciudad, bueno, tres vueltas, pero eso es lo de menos.

Tuvimos la suerte de visitar al ciudad el dia de la Fiesta Nacional. Esto es bueno porque había un ambientazo en las calles, pero es malo porque pudimos comprobar cómo traumatizan a los niños en el colegio haciéndoles desfilar delante de todo el pueblo...

Y las chicas no eran las más ridículas...

Como os hemos contado está entre dos montañas, asi que las calles están un poquito en cuesta. Tomamos el funicular para subir a la estatua del Pipila, un minero que eñ día 28 de Septiembre de 1810, durante el ataque insurgente a Guanajuato, se arrastró desde las posiciones de los atacantes hasta la Alhóndiga de Granaditas, cubriéndose la espalda con una losa y llevando una antorcha en la mano, con la que prendió fuego a la puerta del edificio. Su valiente participación en la guerra precipitó la derrota de los colinialistas.



Desde allí pudimos contemplar una de las vistas más bonitas de la ciudad.



Otra vez abajo, después de "pasear" por la ciudad visitamos a la muerte... el museo de las momias. Impresionante la exposición, quizás demasiado impresionante para nuestro gusto porque había momias que únicamente habían muerto 5 años antes de desenterrarlas, niños, embarazadas... un poco gore, pero interesante. No tenemos fotos porque no te dejaban hacerlas y porque, la verdad, tampoco apetece mucho.

Aunque la ciudad tenía muchas cosas que ver, nuestros cuerpos no estaban para más trotes (ver imagen adjunta), asi que decidimos volvernos rumbo a Aguascalientes. Gracias al Ninja llegamos al hotel, intenso el fin de semana.

Qué carita compañero...